En lo alto de una colina bañada por la luz del suroeste de la isla, con vistas abiertas a la espectacular bahía de Cala Tarida, se alza esta finca de nueva construcción, una obra maestra que fusiona la arquitectura tradicional ibicenca con los estándares más altos de diseño contemporáneo. Integrada de forma armoniosa en su entorno natural —entre bosques de pinos, terrazas cultivadas y colinas onduladas— la villa ofrece privacidad total, serenidad y un panorama incomparable de mar y paisaje.
Con 945 m² en total, distribuidos entre la vivienda principal y una casa anexa, la propiedad alberga seis amplias habitaciones dobles con baño en suite, concebidas como auténticos refugios privados. En la planta principal se encuentra la suite principal de casi 50 m², con vestidor, un baño de diseño que incorpora una bañera de latón auténtica y acceso directo tanto a una de las terrazas principales como a un patio privado. Cuatro suites adicionales, todas con baño propio y salida directa a distintas zonas chill-out exteriores, completan este nivel. La sexta suite se sitúa en la encantadora casa de invitados independiente, ideal para visitas, personal o para garantizar máxima privacidad.
El corazón de la villa lo ocupa un imponente espacio abierto donde cocina, comedor y salón conviven bajo techos altos y grandes ventanales. La cocina de última generación, completamente equipada, puede insonorizarse mediante elegantes puertas correderas de cristal; el comedor tiene capacidad para 12 comensales, y el salón, presidido por una chimenea del siglo XVIII, se abre por completo a la terraza del atardecer gracias a puertas que desaparecen dentro de los muros, integrando interior y exterior en un mismo ambiente fluido.
Cada elemento ha sido diseñado para ofrecer máximo confort y sostenibilidad: calefacción por suelo radiante y aire acondicionado independientes en cada estancia, muros gruesos que mantienen la temperatura estable en todas las estaciones y suelos de piedra natural que aportan frescor en verano y calidez en invierno.
Uno de los espacios más singulares de la propiedad es su sótano diáfano de 400 m², totalmente configurable según las necesidades del futuro propietario. Puede transformarse en un spa con zona wellness, un cine privado, gimnasio, sala de juegos o incluso ampliarse con hasta tres suites adicionales, alcanzando un total de nueve suites si así se desea. Todo el nivel inferior es un lienzo en blanco para personalizar al máximo la experiencia de vida.
En el exterior, la villa despliega terrazas cubiertas, zonas chill-out, jardines de inspiración mediterránea y una piscina infinita que se funde visualmente con el horizonte. Un escenario perfecto para largas sobremesas, atardeceres junto al agua y noches bajo las estrellas.
A solo unos minutos de Cala Tarida y Cala Molí, la finca ofrece una ubicación privilegiada que combina aislamiento y comodidad, tradición y modernidad, lujo y autenticidad.
Una propiedad verdaderamente extraordinaria —una de las villas más destacadas de la costa suroeste de Ibiza, donde la arquitectura, la naturaleza y el diseño a medida se unen para crear un santuario único.