Ubicada en una de las zonas más serenas y encantadoras de Formentera, esta preciosa casa de campo ofrece una oportunidad única para disfrutar de la vida isleña en su forma más auténtica. Situada en pleno corazón de La Mola, sobre los acantilados orientales de la isla, la propiedad goza de una posición privilegiada dentro de uno de los entornos más paisajísticos y culturalmente ricos de Formentera.
La Mola es conocida por sus impresionantes paisajes costeros, con vistas abiertas al mar, acantilados escarpados y una atmósfera de tranquilidad que la distingue de las zonas más concurridas de la isla. Este enclave alberga el emblemático faro de La Mola—símbolo del patrimonio marítimo de Formentera—y el conocido mercadillo artesanal que se celebra dos veces por semana en el cercano pueblo de El Pilar de la Mola. Este animado mercado reúne a artistas, músicos y artesanos, dotando a la zona de un espíritu bohemio y una vida comunitaria vibrante. A pesar de su ambiente apartado, La Mola es fácilmente accesible, situada a solo 15 kilómetros (unos 25 minutos en coche) del puerto principal y del pueblo de La Savina.
La propiedad se asienta sobre una generosa parcela de 2.299 m², que ofrece amplitud, privacidad y la tranquilidad del entorno natural. Con una superficie construida de 143 m², la vivienda respeta la arquitectura tradicional de Formentera, con acabados en piedra natural, muros encalados y elementos de madera rústica que se integran armoniosamente con el paisaje.
El interior está distribuido de forma práctica y acogedora, pensado para ofrecer confort durante todo el año. Dispone de un salón cálido con chimenea, ideal para las noches frescas, y una cocina independiente completamente equipada, perfecta para preparar platos con productos locales. La casa cuenta con dos dormitorios de buen tamaño y un baño completo, lo que la convierte en una opción ideal tanto como residencia principal como refugio vacacional.
Uno de los elementos más destacables de esta propiedad es su espacio exterior. Una galería cubierta extiende la zona de estar hacia el exterior, creando un ambiente idílico para cenar al aire libre o simplemente relajarse y disfrutar de la naturaleza. En la parte superior, un solárium privado ofrece vistas panorámicas al campo y al mar, siendo el lugar perfecto para practicar yoga por la mañana, tomar el sol o contemplar las espectaculares puestas de sol sobre el horizonte de la isla.
Los amplios terrenos que rodean la vivienda ofrecen múltiples posibilidades de jardinería o paisajismo, con espacio suficiente para crear un oasis mediterráneo lleno de flora autóctona. Actualmente, una de las plazas de aparcamiento se ha transformado en un encantador estudio de arte, reflejando el espíritu creativo de la isla y brindando un espacio inspirador para artistas, escritores o profesionales que trabajan a distancia y buscan un entorno tranquilo y natural.
Esta propiedad es una auténtica joya para quienes desean abrazar el ritmo pausado de Formentera en un entorno que conecta profundamente con la naturaleza y con las tradiciones locales. Ya sea como residencia habitual o como refugio de temporada, ofrece una oportunidad excepcional de poseer un pedazo del alma más genuina de la isla.